ASESORAMIENTO SEXOLÓGICO
La Salud Sexual
La sexualidad forma parte del ser humano desde el mismo momento del nacimiento hasta la muerte. De hecho somos seres sexuados . Es un área muy importante de nuestras vidas, así como de nuestra personalidad. Sin embargo, a pesar de su influencia en nuestra salud y felicidad, el lugar que ocupa desde el ámbito sanitario y humano suele estar relegado a espacios de intimidad, dando a entender por tanto que deben ser tratados en privacidad y olvidando la influencia que en nuestras vidas ejerce. La salud sexual y los derechos sexuales han sido reconocidos por la OMS y otros organismos de salud pública, pero en ocasiones, incluso desde atención primaria generalmente suele ser un tema tabú, omitiendo preguntar por la satisfacción sexual de los pacientes y por ello con dificultades para poder abordar las inquietudes de las personas con respecto a la vivencia de su sexualidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
“La sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual”.
Cierto es que existen tantas sexualidades como personas, y que nadie es quién para juzgar el cómo debe ser vivida para cada una de ellas, porque lo que es bueno para unos, no tiene por qué serlo para otros y viceversa. A pesar de entender esto, cuando surgen los problemas y no logramos ser libres a la hora de expresarla tal y cómo la sentimos la consecuencia más inmediata es el sufrimiento.
Por todo esto estoy convencida que el poder tratar de una forma cooperativa, responsable, filosófica y humana los desasosiegos asociados a cualquier tema relacionado con nuestra sexualidad, afectividad y relaciones con el “otro” contribuyen a una mejora de nuestras vidas, con los demás y con nosotros mismos.
Un Sexólog@ es una persona formada en una visión de la sexualidad integral, abarcando sus aspectos médicos, psicológicos, filosóficos, antropológicos y sociales, y desde luego el profesional más indicado para orientar, asesorar y acompañar a las personas que deseen un cambio en pro del cultivo de la sexualidad como valor de vida. Un Sexólogo es un estudioso del «hecho de los sexos» ese debe ser su paradigma de base. Se trata de comprender la riqueza y la complejidad de la sexualidad humana.
Desde la Sexología , la sexualidad es un valor a cultivar.
La Satisfacción Sexual
Es sin duda el factor más importante y a tener en cuenta en cualquier tipo de asesoramiento. La satisfacción sexual es justamente aquello que sentimos o no acerca nuestra sexualidad y erótica. Es quizá la emoción que más interviene en en la vivencia positiva de nuestras relaciones. De hecho, para que se dé un “encuentro sexual satisfactorio” se necesita que a lo largo de toda la relación sexual, dos cuerpos y mentes se hallen en armonía e interrelación. Y en el momento en que se da algún tipo de malestar o alguna frustración, dejamos de sentirnos satifech@s.
Un persona puede mantener numerosas relaciones sexuales y no por ello sentirse satisfecha y al contrario. La satisfacción es algo muy personal y va a depender de muchas variables. Por eso, lo más importante no es intentar lograr tener el tipo de relaciones sexuales que se nos marca desde “fuera”, sino alcanzar la satisfacción con la nuestra propia. La de cada un@ de nosotr@s.
Por eso la pregunta principal es ¿Estás satisfech@?
PROBLEMAS SEXUALES
Desde Eros y Psique consideramos que la Sexología no debe centrarse en patologizar, sino muy al contrario, nos situamos desde otra perspectiva: La del cultivo y crecimiento como seres sexuados.
Por eso considero que la valoración debe realizarse de forma precavida, teniendo en cuenta muchos criterios antes de poner “etiquetas” a las personas, y siendo muy cuidadosos con esto. No se deben poner problemas donde no los hay.
Dejando claro ésto desde un principio si explicaremos aquellos problemas que generalmente suelen ser motivo de malestar y sufrimiento por parte de las persona que en un momento dado los están experimentando o vivienciando.
Recientemente los criterios diagnósticos han cambiado con la nueva edición del DSM V, quedando de ésta manera las disfunciones sexuales más comunes:
EYACULACIÓN RETARDADA
Ausencia o retraso del orgasmo, durante una actividad sexual que se considera adecuada en cuanto al tipo de estímulo, intensidad y duración. Se debe experimentar retardo marcado de la eyaculación o ausencia de eyaculación en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual en pareja (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizada, en todos los contextos) y sin que el individuo desee el retardo. Problemas para eyacular en la vagina o en presencia de su pareja.
En occidente eyaculación masculina y orgasmo van unidos, sin embargo no es siempre así en otras culturas. Éste es un ejemplo de cómo la cultura influye en nuestra sexualidad.
TRASTORNO ERÉCTIL
Denominada Disfunción eréctil en el DSM IV.
Por lo menos se tiene que experimentar uno de los tres síntomas siguientes en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual en pareja:
- Dificultad marcada para conseguir una erección durante la actividad sexual.
- Dificultad marcada para mantener la erección hasta finalizar la actividad sexual.
- Reducción marcada de la rigidez de la erección.
Sería la incapacidad de mantener o conseguir una erección suficiente como para llevar a cabo relaciones sexuales satisfactorias. También puede darse la sensación subjetiva de falta de excitación o placer.
Antiguamente se la denominaba Impotencia, término que dejó de utilizarse debido a sus connotaciones negativas, así como a la no adecuación del mismo al problema de erección en sí.
TRASTORNO ORGÁSMICO FEMENINO
Denominada anorgasmia en el DSM IV, y con equivalencia para ambos sexos.
Por lo menos se tiene que experimentar uno de los síntomas siguientes en casi todas las ocasiones de la actividad sexual:
- Retraso marcado, infrecuencia marcada o ausencia de orgasmo.
- Reducción marcada de la intensidad de las sensaciones orgásmicas.
Sería la ausencia o retraso del orgasmo, durante una actividad sexual que se considera adecuada en cuanto al tipo de estímulo, intensidad y duración.
Antiguamente confundida con la “frigidez”, que a diferencia de ésta, la persona con problemas para alcanzar el orgasmo no manifiesta ausencia de excitación o deseo.
TRASTORNO DEL INTERÉS/EXCITACIÓN SEXUAL FEMENINO
Aquí los trastornos el deseo y la excitación sexual del DSM IV se combinan en uno.
Ausencia o reducción significativa del interés/excitación sexual femenina, que se manifiesta por lo menos por una de las tres siguientes:
- Interés ausente o reducido en la actividad sexual.
- Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos.
- Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y habitualmente no receptiva a los intentos de la pareja por iniciarla.
- Excitación o placer sexual ausente o reducido durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual en pareja.
- Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica, interna o externa (p.ej., escrita, verbal, visual).
- Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones de la actividad sexual en pareja.
TRASTORNO DE DOLOR GENITO-PÉLVICO/PENETRACIÓN
Se combinan el vaginismo y la dispareunia del DSM-IV.
Dificultades persistentes o recurrentes con una (o más) de las siguientes:
- Penetración vaginal durante las relaciones.
- Marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones vaginales o los intentos de penetración.
- Marcado dolor o ansiedad de sentir dolor vulvovaginal o pélvico antes, durante o como resultado de la penetración vaginal.
- Tensión o contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal.
El dolor puede ir acompañado a veces de sensaciones de ardor, quemazón, dolor cortante, etc.… asociado al coito y no debido exclusivamente a vaginismo o a falta de lubricación.
La contracción de los músculos de la vagina a veces se acompaña de espasmos en los músculos de los muslos, dificultando la separación de los mismos. No tiene porqué estar alterada ni la excitación, ni el orgasmo.
Algunos hombres también sienten dolor, aunque no aparezca ya como diagnóstico, y pueden sentirlo en los testículos y en órganos internos al eyacular.
TRASTORNO DE DESEO SEXUAL HIPOACTIVO EN EL VARÓN
Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos y deseo de actividad sexual reducido o ausente de forma constante o recurrente.
Hay que tener en cuenta factores que afectan a la actividad sexual, como la edad y los contextos generales y socioculturales de la vida del individuo.
EYACULACIÓN PREMATURA (PRECOZ)
Un patrón persistente o recurrente en que la eyaculación producida durante la actividad sexual en pareja sucede aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo.
Nota: Aunque el diagnóstico de eyaculación prematura (precoz)se puede aplicar a individuos que practican actividades sexuales no vaginales, no se han establecido criterios específicos de duración en dichas actividades.
ASESORAMIENTO RELACIONAL Y DE PAREJA
El asesoramiento a la pareja, y la terapia de pareja han surgido en épocas recientes debido al aumento de separaciones y divorcios. El objetivo es básicamente armonizar de nuevo a la pareja, y dejar atrás el malestar generado por los conflictos dentro de la relación.
Las causas por las que acudir a un especialista son variadas, desde problemas de convivencia, dependencias emocionales, relaciones desiguales. Celos, infidelidad, insatisfacción sexual, etc…
Es muy importante a la hora de abordar los problemas de pareja, contextualizarlos. En cada época el amor ha sido entendido de distinta manera y por ello los conceptos en torno al compromiso, el matrimonio, la fidelidad, etc… han ido cambiando. Si tenemos en cuenta nuestra cultura actual no es de extrañar que en estos momentos haya tantos problemas dentro de las parejas.
Sternberg consideró que el amor se componía de tres elementos básicos, tales como: La pasión, la intimidad y el compromiso. Y en función de la prevalencia de unos sobre otros el amor resultante será distinto.
Desde Eros y Psique tenemos en cuenta todos estos factores y prestamos atención a los detalles de la relación en base a éstos, para que las parejas puedan alcanzar el amor consumado, que incluiría estos tres componentes de manera proporcionada.
COMUNICACIÓN
La mayor parte de los problemas de pareja provienen de la incomunicación.
Puede parecer una obviedad y haberse repetido hasta la saciedad, sin embargo seguimos comunicándonos mal, lo que desde luego no facilita el entendimiento, la intimidad, ni la motivación por seguir queriendo comunicarse con el otro. Por eso éste suele ser el aspecto central en todo asesoramiento, ya sea sexual, de pareja e incluso individual.
Para ello se entrenará a las personas en una comunicación efectiva y real, y sobre todo positiva. Así aprenderemos a expresar sentimientos negativos y positivos y además servirá de base para la resolución de problemas y búsqueda de soluciones.
VINCULACIONES AFECTIVAS Y APEGO
Una de las tareas fundamentales de cualquier terapeuta que se precie, sobre todo si es Sexólog@, es estudiar el estilo de apego de las personas, puesto que cada vez está más demostrada su influencia y determinación del tipo de relaciones afectivas y de pareja. Y además suele ser un buen predictor del tipo de comportamiento sexual.
Según las teorías del Apego, la búsqueda de protección sería un motivo más por el cual las parejas se unirían.
Nuestro estilo de apego se forma a raíz de las primeras experiencias afectivas con nuestros progenitores, concretamente con la madre. Aunque también la relación con los demás seres importantes en nuestra infancia puede tener influencia. Desde pequeños necesitamos contacto corporal y físico, caricias y cuidados que “l@s pequeñ@s” buscan de numerosas maneras, entre ellas la sonrisa, con el objetivo de encontrar placer y comunicación. De ahí la importancia del tipo de vinculación establecida en la infancia, puesto que el no encontrar la satisfacción de esas necesidades afectivas, a veces puede influir negativamente en nuestra manera de vincularnos con los demás.
Miedo al Abandono, al Amor y al Compromiso
El miedo a ser abandonados y rechazados es uno de los principales problemas en las relaciones de pareja. Y muchas veces el miedo al amor y al compromiso no son sino la otra cara de ese miedo más primigenio.
Dependiendo de la vinculación afectiva que establezcamos en la niñez, principalmente con la madre, resultará un tipo u otro de apego:
-Ansioso/Ambivalente
-Evitativo
-Seguro
En el vínculo ansioso o ambivalente según Bowlby, el niñ@ se muestra nervios@s cuando la madre se marcha porque teme ser abandonad@. Sin embargo cuando está presente y ésta lo intenta consolar, se comporta resentid@ porque se ha marchado, y ya no hay forma de calmarlo. ¿Os suena?
Si lo trasladamos a la adultez y la vida en pareja, este mismo patrón se puede ver cuando un miembro de la pareja, por ejemplo, tiene que dedicarse en un momento dado a asuntos profesionales de manera más prioritaria y el otro miembro no lo entiende. Reclama atención y hace todo lo posible porque permanezca a su lado más tiempo. Pero si en ese momento la pareja no puede atenderle y se marcha, a su vuelta la otra persona se muestra enfadada, callada, y con sentimientos de hostilidad. Este sería un ejemplo de dependencia emocional, síntoma claro del miedo a que la relación termine.
El adulto dependiente muy a menudo está sufriendo necesidades emocionales, que no logra satisfacer, principalmente el miedo a la soledad y la falta de afecto. Por ello se apegan a personas que idealizan y van encadenando una relación con otra.
Sin la otra persona siente que «no es nadie», colocándose así en un lugar de sumisión, sintiéndose inferior en general al otro y buscando constantemente la aprobación de los demás para reafirmarse.
Por otro lado, una adulto con un estilo de apego evitativo, se muestra reacio a establecer relaciones duraderas, de compromiso y cuidado. Les aterra la idea de que alguien dependa de ell@s y en general no suelen “darse” mucho al otro. Una forma muy sutil de manifestarse es no aceptando lo que se les ofrece, para no tener que colocarse en la situación de tener que responder o ser recíprocos. Si no recibo no tengo porque dar.
Desde Eros y Psique trabajamos para que las personas aprendan y se “den cuenta” de sus propios estilos de apego y sobre todo, que desde la consciencia, lo trabajen para mejorarlo y así poder establecer relaciones de amor más seguras y estables afectivamente. De esta manera ambos miembros son autónomos a nivel individual, pero entre ellos son interdependientes, siendo la dinámica psicológica fundamentada en los criterios de la negociación, del ganar-ganar, de la búsqueda, el encuentro, mantenimiento y el perfeccionamiento del bienestar integral y una mejor calidad de vida para las dos personas involucradas y dejando atrás las relaciones desiguales de poder y jerárquicas.
DESAMOR Y RUPTURAS AMOROSAS
Cuando una relación finaliza la persona se siente desvalida, culpable, y muy perdida. Es muy importante entender que para la persona que está pasando por una decepción amorosa y una ruptura, los sentimientos y emociones son los mismos que los de un duelo por una muerte. Y es que en cierto sentido, el adiós de un amor no deja de ser una muerte en sí misma.
Por eso es necesario elaborar ese duelo antes de lanzarnos a otras relaciones para “tapar” ese dolor. Sobre todo porque el sufrimiento puede ser tapado, pero no elaborado y asimilado para que nos sirva como crecimiento personal.
Un duelo es un proceso natural e inevitable, responde a una pérdida significativa, compromete procesos físicos, psicológicos y emocionales. Es un camino doloroso y difícil, pero sobre todo y cuando lo hemos “pasado” nos ofrece la posibilidad de renacer.
En ocasiones. Los duelos se alargan porque hay “algo” que está entorpeciendo el proceso, y es entonces cuando es necesaria la ayuda de una persona especializada.
Si es este tu caso, nosotr@s te acompañamos en ese camino, y te ayudamos a superarlo, para que además afrontes la realidad y aceptes la pérdida, pero con esperanza.
Dejar marchar es el principio de tu propia Libertad
ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO
BIENESTAR PSICOLÓGICO
¿Qué es “sentirse bien”? Para los filósofos griegos “la buena vida” constituía una virtud. En la actualidad y a raíz de las visiones más filosóficas el concepto se ha ido definiendo en términos más operativos como el de bienestar personal o de satisfacción con la vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (2009). De igual manera, la OMS conceptualiza a la Salud Mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y es capaz de hacer una contribución a su comunidad” (2009).
ESTRÉS Y ANSIEDAD
El estrés puede ser entendido como una respuesta del cuerpo. Todo el mundo lo ha experimentado y habla sobre él, pero pocas personas se paran a averiguar qué es realmente. Se podría definir como una “transacción entre la persona y el ambiente”. Las fuentes de estrés pueden ser variadas y diferentes para cada uno de nosotros, pero principalmente son personales y situacionales.
Lo que si tenemos claro es lo que sentimos cuando lo tenemos: Presencia de nerviosismo, inquietud, tensión muscular, irritabilidad, dificultad para concentrarse, miedo a que pueda suceder algo terrible y miedo a perder el control de sí mismo con distintos grados de gravedad, llevándonos si no encontramos el equilibrio de nuevo o la homeostasis a respuestas de ansiedad.
Ese sería el objetivo, aprender a recuperar el equilibrio después de situaciones y periodos estresantes.
La palabra ansiedad se utiliza para definir la respuesta psicológica y/o física que se produce ante situaciones percibidas como amenazantes para cada persona. Es por tanto una reacción normal que experimenta todo el mundo a veces (por ejemplo, antes de hablar en público, antes de una cita romántica, etc.). Por lo tanto, es un mecanismo de defensa del organismo y no es necesariamente negativa. Se consideraría un problema cuando hay persistencia en el tiempo y la intensidad de las sensaciones y emociones desagradables que se dan no disminuyen. Siendo éstas la sudoración, hiperventilación, palpitaciones, mareos, temblor…
El objetivo desde Eros y Psique no es eliminarla, sino aprender a controlarla. Se trata de aceptarla como parte natural de nuestra naturaleza y de saber vivir con menos ansiedad y no de vivir sin ella.
TIMIDEZ
Una de las variantes que desde aquí trabajamos para su mejora es la que podríamos resumir como una respuesta de miedo en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta a un examen por parte de otros.
Situaciones como entablar una conversación, reunirse con personas desconocidas, sentirse observado y actuar delante de otras personas creando deterioro en lo social, laboral y otras áreas importantes.
TRISTEZA
Estado afectivos dónde la persona se siente deprimida y triste. Se da una disminución importante del interés, placer y energía en las actividades diarias.
A veces conlleva problemas de peso, incapacidad para pensar o concentrarse, disminución del deseo sexual, reducción de la actividad social, problemas de sueño, etc…
AUTOESTIMA
La “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de nuestra vida, lo que no quiere decir que el pasado deba determinarnos para siempre. Según nos valoremos, positiva o negativamente iremos dibujando nuestras posibilidades de realizar nuestros sueños y desarrollar todo nuestro potencial humano y profesional. Por eso es tan importante aprender a querernos.
Tener una baja autoestima y pensar de forma negativa sobre nosotros mismos, con dificultad para valorarse y buscar la aprobación de los demás nos limita a la hora de enfrentarnos a los acontecimientos de la vida.
Eros y Psique te ayudará a fortalecer tu autoestima, cultivar la Resiliencia y sobre todo a creer en ti.