ORGULLOSAS #8M

Así deberíamos sentirnos todas las mujeres del mundo hoy. Orgullosas de nosotras, orgullosas de TODAS nosotras. Y además elevar bien la cabeza y contestar sin reparos si alguien se atreve a decirnos que no es necesario un día como hoy porque ya hay igualdad.

 
Así es como voy a escribir yo este artículo hoy, con orgullo. Bueno, en realidad es domingo por la noche, porque en estos momentos es probable que esté en algún Instituto impartiendo Educación Sexual. ¿Y sabéis qué? Que se lo debo a las mujeres que sacrificaron parte de sus vidas para luchar por la igualdad, para que sus hijas, nietas, y bisnietas tuviesen las mismas oportunidades que sus hermanos. Porque soñaron con un mundo más justo y mejor, y decidieron luchar por y para ello. Y gracias a ellas, hoy, estoy intentado continuar su legado en las aulas y no dejaré de hacerlo. Porque ellas se lo merecen. Porque nosotras nos lo merecemos.

 
No tenía ni idea de cómo comenzar, ni cómo enfocar lo que hoy “debía” transmitir, porque sentía la presión y la obligación de hacerlo bien, de no defraudar, de “estar a la altura” y entonces es cuando me he dado cuenta que así no iban a fluir las palabras. Que así no. ¿Y por qué? Pues porque esas dudas, esos sentimientos, esa necesidad de perfección es justamente producto de la angustia femenina de tener que demostrar constantemente que “lo valemos” y que estamos preparadas, que no somos un fraude. Y entonces, al darme cuenta, es cuando he podido comenzar a escribir, cuando al ser “consciente” de ello, he cogido fuerzas, he sacado mi rabia, y he encendido el ordenador para escribir lo que tengo que decir, que básicamente es: ME SIENTO PROFUNDAMENTE ORGULLOSA DE TODO LO QUE SOY COMO MUJER.
Porque mire dónde mire, siempre encuentro razones para sentirme así. Porque si aprendemos a mirar, veremos en muchos gestos, todo aquello de lo que son capaces las mujeres, y todo aquello que dan, que aportan, y que soportan.
Hoy es un día para recordar y homenajear, entre otras, a las  Sufragistas, esas mujeres de principios del siglo XX que se atrevieron a desafiar al sistema patriarcal, y que tras décadas intentando, de forma pacífica, que sus argumentos fuesen escuchados y sus derechos reconocidos, no tuvieron más remedio que emplear otra forma para conseguirlo, mediante la Desobediencia civil. ¡Y lo consiguieron! Pero eso sí, fue muy duro y sacrificaron mucho para ello.

Se propagaba lo siguiente: “las mujeres no tienen el temperamento calmado, ni el equilibrio mental necesarios para emitir un juicio….y además están bien representadas por sus padres e hijos”. Eso es lo que éramos nosotras para el sistema, mulas de trabajo y hacer hijos, sin ningún derecho sobre ambos, sólo obligaciones.

En España la mujer consiguió el derecho a voto en el año 1931, es decir, hace tan sólo 86 años. Clara Campoamor, fue una de las máximas representantes sufragistas en España, y ella se encargó de redactar el artículo 36 de La constitución de la Segunda República, en el que defendió la concesión del sufragio femenino sin ningún tipo de limitaciones. En 1936 escribió su obra más conocida El voto femenino y yo. Hasta entonces las mujeres españolas no tenían “ni voz, ni voto”, pero eso sí, trabajan tanto o más que los hombres, aunque cobrasen menos, y además se encargaban de las labores del hogar y la crianza de los hijos/as. Y os pregunto “Mujeres de hoy en día” ¿No os parece injusto? No teníamos derecho a nada. ¿Creéis que ha cambiado mucho la situación?
En la actualidad las mujeres ocupan puestos y cargos que hasta hace bien poco eran únicamente pensados para hombres., y si, ya votamos. Sin embargo, nos siguen pagando menos que a ellos, y además nos cuesta acceder a puestos de poder, como por ejemplo a los “Consejos de Administración”, dónde por cierto, se votan las acciones más importantes para las organizaciones y empresas en las que trabajamos, pero al no estar presentes en estos consejos, o estar en minoría en el mejor de los casos, volvemos a no tener voz, ni voto, en las decisiones tomadas, que luego nos van a afectar como trabajadoras. El año 2017 arrancó con 92 mujeres en los consejos de administración de las empresas del Ibex 35, una más que en 2016, lo que significa sólo un incremento del 1,1%, lo que supone «una evidente ralentización» respecto al aumento del 13,75% de 2016 y a los registrados en los demás años de la década. Así se recoge en el quinto informe «Mujeres en los consejos el Ibex-35».

Así que aún queda mucho por hacer, y mucho que conseguir, por no hablar de recuperar derechos que ya teníamos y hemos perdido con la excusa de la crisis económica. Porque también tienen género las pérdidas, y que casualidad, el femenino es el más afectado. Así que no podemos rendirnos y tenemos que seguir estando informadas y ser conscientes de todo esto, para poder continuar la labor de aquellas mujeres que lo arriesgaron todo por nosotras. Mujeres que soñaron con la idea de que otra manera de vivir la vida era posible…mujeres que prefirieron ser maleantes a ser esclavas.
Por eso es necesario no subestimar nunca nuestro poder, si permanecemos unidas, y que debemos utilizarlo y no rendirnos hasta conseguir la igualdad real.

Hace no mucho, un año o así, recuerdo que me enviaron una de esas imágenes que te envían por whatssap que llevan un texto incorporado, creo que las llaman “memes” y no se me va a olvidar nunca. La imagen representa a una mujer y una niña de espaldas caminando por lo que parece la 5º avenida de New York, y la niña pregunta a la madre: Mamá, ¿Qué es rendirse? A lo que la madre contesta: No lo sé hijita, nosotras somos mujeres.

Pues así me imagino yo un día como hoy, un día en el que caminamos por anchas avenidas y largas calles, todas las mujeres del mundo al unísono y gritando: ¡Orgullosas de nosotras! Que sea una fiesta, una celebración y una manera de demostrar que no vamos a permitir que nos sigan tratando como a ciudadanas de 2º clase.

Laura Cruz, Sexóloga