Como cada #25N quisiera aportar un pequeño grano de arena en pro de la lucha contra las violencias machistas. Lo que empezó como un artículo aislado en su momento,en el que publiqué relatos cortos de distintas mujeres, parece que va conformándose ya en una tradición desde Eros y Psique.
Así que otro año más dejaré constancia de lo que creo son «aullidos en la niebla» emitidos por distintas voces de mujer. Quizá sumando todas las voces, conseguiremos más eco.
Nikolai Prusakov.Una mujer extraña (1929)
LA ESCULTURA DE ATENEA
Marta Fernández
Contempló la figura de la guerrera.
El espectador jamás había visto nada más hermoso. Decidió que lo correcto sería extraerla de su vitrina y librarla de cadenas.
Sin embargo, la gente que pasaba, sin mirar apenas, la contempló por fuera.
Ellos se fijaron en su vestido dorado, en sus joyas y en su delicada belleza. Ninguno se acercó demasiado. Sus espinas pinchaban, aunque no las vieran.
El espectador la contempló por dentro. La mano de la guerrera se crispaba en torno a sus cadenas. Parecía dispuesta a romperlas.
Sus ojos miraban al espectador, de poder llena.
IMPOTENCIA
Laura Cruz
La hostilidad crecía y aumentaba por momentos.
Cansada, derrotada. De vez en cuando calla. De vez en cuando coge fuerzas y grita, sin levantar la voz demasiado, no vaya y sea que asuste.
De vez en cuando llora, de impotencia.
Ojala no fuera consciente, ojala no viese tan claro el panorama. Ojala los detalles fuesen pasados por alto. Pero no, los detalles son cada vez más y más visibles. Otro piropo más. Otra lavadora sin poner. Otro día igual. Otro día más. Otro día de violencia.
Si, de violencia. Silenciosa. Escurridiza. Imperceptible. Desgarradora. Embaucadora. Odiosa. Matadora.
CARA O CRUZ
Mª Carmen Lahoz Mínguez
Bar Junto al mercado. Mesitas de forja y mármol. Vidrios maquillados de vaho y suciedad, que apenas consienten el paso de las primeras luces del día. Paredes desconchadas que absorben la primera humanidad de la mañana. Moneda de mis dedos entumecidos. Juego de peonza.
La cruz de las mujeres que por comodidad, circunstancias ajenas o vocación heredada, eligieron el papel de “amas de casa”, apenas con derechos, menos todavía libertades que sustentan la autonomía personal. Mucha soledad salpicada de efímeras relaciones sociales, con una actividad sin respiro dedicada a la crianza, la atención a los demás, y las tareas mil del entorno familiar. Las libertades conquistadas durante décadas-votar, tener pasaporte, abrir una cuenta bancaria- se diluyen en el desprestigio social. De la “madre sacrosanta” del neocatolicismo a la “maruja” liberal.
La cara de la mujer con estudios, profesión, prestigio y reconocimiento, autonomía y libertad para el consumo, ciudadana del mundo y de la cultura universal. La crianza se pospone, las labores domésticas se comparten o delegan, la convivencia familiar se tambalea entre horarios no compartidos.
Confío en que el frío mármol me deje la moneda de canto. Lo intento una y otra vez, no lo consigo. Las fuerzas no están equilibradas y no encuentro el punto para que la rotación venza a la gravedad. Tal vez mañana, tal vez para el siglo XXII. El té ya está amortizado.
Tanto primer como el último relato han extraídos del libro solidario “El vuelo de Neleb”, dónde tengo un relato mío también que podeís leer aquí: Venga, que tú eres muy lista. Los beneficios obtenidos de la venta de éste libro (comprar aqui) van destinados a realizar actividades socio-culturales para mujeres en riesgo de exclusión social. gestionado a través de la Fundación Isonomia.
Laura Cruz, Sexologa Alicante