Suenan las campanas. Otro cadáver más. Otro matrimonio que rompe.
¿Cuánto tardaran los buitres en aparecer?
Abogados, ex-amantes, mediadores, envidiosos, suegras exigentes, vecinos cotillas…..ya están planeando.
– ¿Qué falló?. Parecían felices. Yo siempre lo pensé-
…….Comenta la gente. Y como si un extraño merodeara a la puerta de sus casas, las personas sienten miedo, se preguntan: ¿Seremos nosotros los próximos? ¿Me pasará a mí también? La estela de humo que deja la incineración se cuela por puertas y ventanas próximas al entierro…
– Nosotros no somos así
– Nosotros si nos queremos
– Nosotros los hablamos todo
Como si tuviesen una especie de “Seguro a todo riesgo” o un servicio tipo “Securitas Direct” infalible. Se sienten protegidos, sin embargo, miran de reojo a su pareja y piensan en silencio…
– ¿Se acostará con otro?
– ¿Tendrá secretos?
– ¿Le seguiré gustando?
– ¿Pensará en su ex?
– ¿Se aburrirá como yo?
Nadie como Bergman, Woody Allen, Rosellini y Stanley Donen, entre algunos otros, para representar y exponer lo que sin duda es una de las temáticas más controvertidas y a la vez recurrentes para el ser humano: el matrimonio. Películas como Dos en la carretera, Descalzos en el parque, Maridos y mujeres, Te querré siempre, Copia certificada, Secretos de un matrimonio y Tal cómo éramos nos muestran los entresijos y las vicisitudes por las que casi toda pareja que se precie pasa al comprometerse y decidir compartir su vida con otra persona, a la que le ha prometido amor y fidelidad.
Además, casi cualquier serie norteamericana, ligera o no, no hace otra cosa sino exponer a matrimonios en su vida íntima y privada, que los espectadores observamos como auténticos voyeurs. Purgando y expiando su quehacer diario y su cotidianeidad. Desde “Matrimonio con hijos” en los 90, hasta la más reciente y evidente “Modern Family” son buenos ejemplos de ello. Sin olvidarnos de su homólogo español “Pepa y Pepe”.
Pero volviendo a las rupturas ¿Cuándo y porqué puede tomar una persona la decisión de separarse?
-…..Posiblemente una de las situaciones más difíciles de vivir es la de abandonar al cónyuge, ¿Existe alguna forma de hacerlo bien? Lo dudo-. Así lo afirmó Shere Hite en su libro “Anatomía del amor”, en el cual desmenuza y analiza la historia de la monogamia, así como la separación y el divorcio. Según la misma Hite, la personas que se separan tienen tantos y tan variados motivos para hacerlo como los que tuvieron para decidir casarse. Aún así, uno de ellos podríamos decir que se situaría entre los primeros, y ese es el Adulterio.
Y evidentemente y relacionada, a veces, también con ésta primera causa, estaría la Insatisfacción sexual en el matrimonio. Ya que el sexo es una de las fuentes que participan en una mayor vinculación con el otro y un mayor acercamiento. De hecho más de la mitad de los españoles anteponen una vida sexual sana a otros aspectos de la convivencia.
Si tenemos esto en cuenta no es de extrañar que España se sitúe en las tasas más altas de Divorcio. Según el Instituto de Política Familiar, en su Informe de Evolución de la Familia en España 2019 (que pueden encontrar fácilmente por internet) se producen 6 rupturas por cada 10 matrimonios, con un crecimiento espectacular que se ha duplicado en los últimos 13 años, los divorcios han pasado de 51.000 en 2004 a 98.000 en 2017, convirtiendo a España en el país de la Unión Europea donde más ha crecido el número de divorcios. De hecho, se rompe un matrimonio cada 5,1 minutos en España. Cada día se rompen 288 matrimonios.
Y es que, citando a Ricoeur (1990), – Finalmente, dígase lo que se diga del equilibro de la sexualidad en el matrimonio, Eros no es institucional. Se le ofende a reducirlo a contrato, a deber conyugal. Por eso pertenece a su esencia amenazar con su demonismo a la Institución. A cualquier institución, incluso la del matrimonio. El amor, tal como lo ha forjado nuestra cultura, camina entre dos abismos, el del deseo errante y el de una voluntad hipócrita de constancia, caricatura rigorista de la fidelidad. Sigue siendo afortunado y raro el encuentro, en la fidelidad viva, entre Eros que no tolera regla alguna y la institución que el hombre no puede mantener sin sacrificio- (Pág. 183, último párrafo).
Justamente en el polo opuesto encontramos aquello que cantaba el Sr. Sinatra (al que admiro musicalmente hablando) en su famosa “Love and Marriage”, dónde entonaba alegremente aquello de que amor y matrimonio iban juntos como un caballo y un carro, que no podían separarse y que no se podía tener uno sin otro, como si de un himno se tratase.
Por mi parte encuentro mucho más acertadas las reflexiones, ya en 1955, de Paul Ricoeur en Historia y Verdad.
¿Significa entonces que un matrimonio no puede ser feliz y está abocado al fracaso?
Pues eso dependerá de cada uno de vosotros, de vuestras propias reflexiones, de vuestras propias ideas y valores, de cómo os enfrentáis a ello, del análisis que hagáis de la cuestión, de cómo enfoquéis el asunto. Y de ser conscientes en todo momento de vuestras elecciones de vida. Porque la vida es única y el enigma de estas cuestiones está en cada uno de nosotros/as.
Laura Cruz, Sexología y psicología en Alicante
Fecha 21-oct-2014 20:25 UTC
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Trabajos citados
Instituto de Política Familiar. Informe de Evolución de la Familia en España (2019). Disponible en Familiar., I. d. (2019). Disponible en : http://www.ipfe.org/Espa%C3%B1a/Documento/118
Fisher, H. E. (1994). Radiografia del divorcio. En H. Fisher, Anatomía del amor (págs. 94-112). Barcelona: Anagrama.
Ricoeur, P. (1990). Sexualidad: la maravilla, la inestabilidad, el enigma. En P. Ricoeru, Historia y Verdad (págs. 174-184). Madrid: Encuentro.